No. Una firma recopilada en papel y luego digitalizada no ofrece garantías en cuanto a la identidad del firmante y la integridad del documento con el que se relaciona, lo que facilita el robo de identidad. Es muy fácil reproducir una firma manuscrita escaneada de manera idéntica utilizando un buen software de edición de imágenes. Legalmente, una copia digital de un documento firmado en papel, es equivalente, en el mejor de los casos, a una prueba prima facie escrita.